Petros Markaris - "Defensa Cerrada" (Ediciones B)
viernes, 2 de noviembre de 2007 by Juan E. Tur
"Es una casa de dos plantas y no está cerca del mar, sino en lo alto del monte, a dos pasos de Jora. La construyeron el cuñado de Adrianí y su hermano en la época dorada de las subvenciones agrícolas del Mercado Común. Mi cuñado es ferretero y su hermano tiene un café, nada que ver con los nobles campesinos. Sin embargo heredaron un terruño de su padre en el que pusieron a trabajar a unos albaneses, recogieron la cosecha, la tiraron al mar y se embolsaron la subvención. Así pudieron construir la casa."
Con detalles como éste describe Grecia Jaritos, el comisario protagonista de las novelas policíacas de Petros Márkaris. Un hombre sencillo, de mentalidad conservadora y trabajador honesto, que en primera persona nos relata, en este Defensa Cerrada, su investigación sobre dos asesinatos inconexos (el de un arbitro de fútbol de tercera división cuyo cadáver aparece en una pequeña isla y el de un oscuro empresario asesinado a la puerta de uno de sus locales) cuya autoría sus superiores no parecen tener muchas ganas de esclarecer.
Sin embargo, como manda la tradición de la novela policíaca mediterránea, aquí los crímenes son el hilo conductor de una historia en la que las sencillas relaciones personales de un maduro comisario con su esposa y su hija universitaria, y la descripción de una Atenas sumida en un caos social, administrativo y político, tienen tanto o más peso que la intriga.
Y Márkaris, traductor al griego de la obra de Bretch y colaborador habitual del realizador Theo Angelopoulos, demuestra su habilidad para ensamblar todos los elementos creando una novela de lectura sencilla, pero al tiempo cargada de detalles. Porque, huyendo de las descripciones explícitas, el autor imprime un ritmo constante a la trama y al tiempo deja que sean las situaciones en las que se ve envuelto el comisario, muchas de ellas cotidianas (atascos, huelgas, visitas al hospital), y su relación con el resto de personajes, las que proporcionen al lector la información que desea transmitir.
Es así, con su sencillez, su valor testimonial y su capacidad de entretener, como Defensa Cerrada se erige en una novela, si no sobresaliente, sí ejemplar del género policiaco mediterráneo, permitiendo a su autor (del que también se han publicado Noticias de la Noche y Un Caso del Comisario Jaritos y otros Relatos Clandestinos) codearse con los grandes contemporáneos del género. Y no es poco.