Ian Rankin - "El Jardín de las Sombras" (RBA)

A pesar de ser toda una celebridad en su Escocia natal y uno de los escritores de novela negra más vendedores de los últimos tiempos, me atrevería a afirmar sin miedo a equivocarme que Ian Rankin no goza de mucha popularidad en nuestro país. Seguramente por esto último, cuando me enfrenté hace unas semanas a Black & Blue, la octava novela protagonizada por su más célebre personaje, el inspector Rebus, tampoco esperaba demasiado. De ella había leído (en lo poco que pude encontrar en castellano en la red sobre el autor) que era aquella en la que la escritura de Rankin había dado un salto cualitativo; y, aunque a nivel literario no me fascinó (no sé si atribuirlo al autor a una posiblemente torpe traducción), quedé prendado por su ritmo increscendo, su descripción del contexto y la personalidad de su protagonista.

Así tan sólo unas semanas después de aquél descubrimiento me sentaba frente a una nueva aventura de Rebus, con el fin de ver si me encontraba con un nuevo retrato de la Escocia actual -Black & Blue fotografiaba el declive de las zonas costeras escocesas edificadas alrededor de una industria petrolífera que da sus últimos coletazos sin que su pasada prosperidad se haya empleado en beneficio del país- y con nuevos diálogos del irreverente inspector. El Jardín de las Sombras (editada por primera vez en 1998) es el título de la continuación de aquélla, y digo continuación con toda la intención porque, si bien en estas series actuales de novelas protagonizadas por los mismos personajes (llámense Carvalho, Wallander o Brunetti) algunas líneas argumentales pasan de unas novelas a otras, creo que en este caso la relación es más acentuada.

Veamos, El Jardín de las Sombras se puede leer independientemente, pero algunos personajes carecen de profundidad y no parecen más que una comparsa si uno no los ha conocido en la anterior entrega. Al margen de esto, en la novela nos encontramos de nuevo con un desarrollo en el que el protagonista se ve implicado de repente en una situación que convierte su rutinaria investigación sobre el pasado nazi de un respetable anciano, en una enrevesada trama, esta vez ambientada en la disputa del mercado escocés por parte de dos bandas de crimen organizado. Con estos mimbres, en los que incorpora como es habitual sucesos reales acaecidos en su país, Rankin teje esta vez una novela correcta y entretenida, aunque carece de la profundidad y la fuerza dramática de su predecesora, quizás por querer abarcar tantas líneas argumentales.

Pese a ello El Jardín de las Sombras no deja de ser entretenida, pero desde el conocimiento de su predecesora se hace inevitable recomendar al que todavía no se haya acercado a las aventuras de Rebus, que acaban ahora de cumplir veinte años (se está celebrando en Escocia por todo lo alto), que empiece por Black & Blue. El personaje, típico de la novela negra pero brillantemente trazado y contextualizado (aquí se hace cierto lo de que el contexto, en este caso Edimburgo y Escocia en general, es también protagonista), creo que lo merecen.

Agustín Fernández Mallo- “Nocilla dream” (Candaya)

Zapping en mi mente

Imagina que tu cabeza funciona como las búsquedas en internet: un enlace te lleva a un tema que tiene un enlace que te lleva a un tema... Picoteando de aquí y de allá: de la sección de política de la prensa digital a la definición de la teoría del caos en la Wikipedia.

Nocilla Dream podría estar guiado por esta lógica: mordiscos de información de disciplinas totalmente dispares, sin ninguna conexión aparente para el lector que pasa las páginas pero con un probable hilo conductor para su autor Agustín Fernández Mallo. Eso sí, un hilo muy fino e invisible.

Pero independientemente de si existen conexiones entre los capítulos de Nocilla Dream, lo que es seguro es que al menos 3 o 4 temas te obligarán a levantarte del sillón para averiguar a través del Google la veracidad de los mismos. ¿Qué es una micronación?, ¿Existe un árbol en el desierto de Nevada donde las personas cuelgan sus viejas zapatillas y se agencian unas ajenas?, ¿Es cierto que los mejores surfistas del mundo son unos ancianos chinos que adquieren tremendo equilibrio al recolectar el Kwair (un fruto cítrico)?

Desde luego esto no pretende ser una crítica bibliográfica, (aunque no se puede negar que algunas voces del ámbito literario ya lo han tildado como revolución de la estructura narrativa). Mi intención es mucho más humilde. Responde a un hermanamiento entre la forma de escribir de Agustín Fernández Mallo y el funcionamiento de mi cerebro. A partir de ahora nunca más Cristina dispersa, sino zapping literario en mi cabeza. Gracias Nocilla Dream por ponerle un nombre tan artístico a lo que discurre por mi mente.

Henning Mankell - "La Quinta Mujer" (Tusquets/Quinteto)

Tenía verdadero interés en leer a Henning Mankell. Aficionado siempre -y un poco más dedicado últimamente- a la lectura de novela negra, el del escritor sueco era uno de los nombres destacados con los que me solía encontrar frecuentemente al leer sobre el género y que todavía me faltaban por descubrir. Así pues, tras informarme un poco sobre cuál de sus novelas era la más indicada para zambullirse en su obra, me adentré en la lectura de La Quinta Mujer, la sexta aventura de Kurt Wallander, el personaje que le lanzó a la fama.

La novela se inicia con un asesinato en Argelia que, pese a ser ocultado a la luz pública, acabará desencadenando una serie de crímenes en la región sueca de Ystad en la que trabaja el inspector Wallander. Los asesinatos, son aparentemente inconexos, aunque los une el hecho de que todos han sido cometidos de un modo atroz.

Ése es el punto de partida de una novela que a mi parecer, más que pertenecer al género negro, responde a la premisa del thriller o la novela policial. Pues a pesar de que Mankell trate de adornar la trama con algunos problemas personales del protagonista, o la sitúe en un contexto social en el que se habla de una Suecia en la que algunos ciudadanos empiezan a formar milicias al sentirse desamparados por las fuerzas de seguridad pública, éstas no son sino pinceladas que no afectan al tema principal: la minuciosa y detallada investigación de los asesinatos.

Es así la investigación la única protagonista de la trama, y esta narrada con innegable solvencia y de un modo aparentemente muy detallado (aunque a mí me pareció que se dan algunas deducciones un tanto forzadas), que emparenta con el estilo de las películas y series policiales que triunfan ahora en cine y televisión. Sin embargo a mí me quedó, pese al rato entretenido, un cierto sinsabor, pues esperaba -como siempre espero en las novelas negras- algo más que una mera sucesión de pesquisas. Además, la figura de Wallander se me antojó un tanto común, encorsetada entre su fidelidad a su profesión y sus tópicas inseguridades personales, configurando el típico buen policía (para buen policía me quedo con el Brunetti de Donna Leon, del que seguramente escribiré por aquí).

Quizás haya sido demasiado exigente o quizás debiera haber empezado por otra de sus obras -aunque Tusquets eligió ésta como la que presentaría al inspector en España-, pero el caso es que, pese a su éxito de ventas y los galardones que recibe (uno de los últimos el Pepe Carvalho que concede el Ayuntamiento de Barcelona, por su carrera dentro del género), Mankell me ha dejado bastante frío. Como las calles de Ystad.

Webs escritores

Esta lista la vamos actualizando de modo muy irregular incluyendo sólo enlaces a webs oficiales de autores o, en caso de no ser oficiales, muy bien documentadas y actualizadas.

A.M.Homes
Ángela Vallvey
A.S.Byatt
Bret Easton Ellis
Carlos Fuentes
Cormac McCarthy
Charles Bukowski
Dennis Lehane
Doris Lessing
Elena Medel
Francisco González Ledesma
George Pelecanos
Ian Rankin
James Lee Burke
Jane Austen
Javier Arias Artacho
Jeanette Winterson
John Connolly
José Luis Romero
Manuel Vázquez Montalbán
Margaret Atwood
Mark Billingham
Michael Connelly
Michael Cunnigham
Philip Roth
Rosa Montero
Stephen King

El por qué de todo esto

La primera entrada de un blog es la que más cuesta, especialmente si por tu experiencia de lector cotilla -es mi caso- piensas que es aquella a la que acudes en otras bitácoras para ver cómo empezó todo. Si además el blog tiene varios autores, algunos noveles en estas lides, la cosa se complica, porque nadie se atreve a ser el primero.

Por eso, quitándole dramatismo al asunto y tratando ya de abrir la veda, os contaré que Fondo de Catálogo es simplemente una excusa para que algunos amigos y amigas, que fuimos compañeros en la universidad, mantengamos el contacto. Podríamos contarnos la vida, anécdotas varias o colgar nuestras fotos de las vacaciones, pero como a todos nos gusta mucho leer y también nos gusta escribir -se supone-, pues se nos ha ocurrido la brillante idea de compartir nuestras impresiones sobre nuestras últimas lecturas.

Así es como esto nace, sin ninguna otra pretensión. Quizás, dentro de un tiempo, cuando algún curioso se asome por aquí, el blog no tenga ya nada que ver con lo que ahora he escrito, pero eso es lo bueno de esto, que no esperamos nada más de ello que darnos el gusto de mantener el contacto y satisfacer nuestra curiosidad de saber qué ha leído el otro, lo que de un modo u otro servirá para que nos conozcamos aún más. Y si nos lleva a cualquier otro lado, bienvenido sea.

Por lo pronto la primera entrada ya está escrita. La siguiente será de un libro. ¿Alguien se anima?

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